Enfermo el fútbol o enfermos por el fútbol

Esta imagen no es de esta semana. Desde hace muchos años el gobierno anuncia que erradicará la violencia de los estadios, pero los dirigentes... Foto CARACOL

Esteban Jaramillo Osorio.

Zarandean hoy a James Rodríguez quienes lo rodearon de zalamerías y adulaciones. Chivo expiatorio frente a posturas destructivas, años después de mimarlo y cuidarlo como piedra preciosa.

La envidia al privilegio.

Solo porque enfrió su pasión por el fútbol, le perdió afectó a la alta competencia y da pasos inseguros frente a su futuro en las canchas, fortalecido en su actividad como empresario. 

¿Qué hay de malo en esto?

En Cali reapareció el alcalde, Jorge Iván Ospina, cuestionado por “las uñas en el presupuesto”, a darse vitrina, a explotar en su beneficio la barbarie de los hinchas, regañando desbocado a los causantes de las peleas, después del clásico de América y Cali.

Sentados e inmóviles posaron estos con su arsenal de guerra. Escena bien montada. Actuación demagógica, con fidelidad al libreto.

Dos días después los responsables estaban libres.

Violentos con perdones, la autoridad poco o nada hace. Letra muerta.

Fútbol enfermo. Lo demuestra la maratón de partidos día a día, para responder a las copas y los torneos regionales. Se juega a toda hora, en todas partes y en todos los horarios. Para ello están las apuestas, que lo financian. Meten la mano algunos árbitros con decisionesincomprensibles y la Dimayor no respeta los protocolos entre partido y partido, para el descanso de los deportistas. Claro que hay futbolistas que en las canchas hacen la siesta. Para colmo no hay control al dopaje.

Bolsillos llenos, en un mundo de esclavos. Los esclavos de oro del balón que obedecen órdenes y no son felices pese a los estallidos en sus goles y sus triunfos.

Del amor al odio. La víctima ahora es Messi. Le pasó a Di Stefano en el Real Madrid, cuando se marchitaron sus atributos, con el paso de los años. Y a Maradona cuando se engordó y perdió el rumbo.

Reflexión final en este sancocho de opiniones: ¿por qué James y el Tino, cada uno en su época, rechazaron la posibilidad de alargar sus ciclos competitivos en la élite, de formar parte de los elegidos en el planeta fútbol, para perdurar siempre en la memoria del público?

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