En la muerte del periodista Rodrigo Pareja Montoya
Notas de Antonio Pardo García, las dos primeras, y de Orlando Cadavid, la última.
De Antonio Pardo García:
Queridos colegas y amigos:
Entristece profundamente la noticia que me acaba de dar mi amigo Orlando Cadavid: la muerte de Rodrigo Pareja, excolega y amigo incomprable. Fuimos compañeros en Caracol muchos años. Allí aprendí de él, sinigual ser, muchas cosas que luego me permitieron avanzar como periodista. A su familia mi más sentido pésame. El nombre de Pareja lo rodeo de admiración y gratitud.
Otra nota de Pardo García:
Rodrigo Pareja fue conducido por su padre, Luis Pareja Ruiz, al periodismo.
Luis brillo en Antioquia como periodista. Ocupó la dirección de dos noticieros importantes de Medellín y además de buscar y hacer las noticias a gran velocidad, las leía con excelente voz.
Muy apreciado y conocido por su gusto de cubrir su cabeza con boina de poeta, Pareja Ruiz fue además corresponsal de “El Espectador” por muchos años. Un día le presento a Rodrigo, su hijo, a Antonio Pardo García para que le permitiera acompañarlo en la redacción de Caracol a partir de la década de los 60.
Y Rodrigo, en Bogotá, se convirtió en uno de los más famosos reporteros en la época de oro de la información radial.
Rodrigo trabajo largos años en Caracol.
Y luego, también exitosamente, en RCN, Radio Cadena Nacional. Se le recuerda igualmente como destacado jefe de prensa de la Gobernación de Antioquia. Sus compañeros en los distintos medios donde laboro antes de pensionarse y retirarse lo admiraron y apreciaron como un Ser de grandes cualidades.
En radio participo muchas veces en el mas famoso programa de los 50: 5 reporteros y el personaje de la semana.
Un periodista que deja un gran legado de conocimiento para todas las generaciones de la comunicación social.
Contraplano
Los 50 años de Rodrigo Pareja
Por: Orlando Cadavid Correa
25 de abril de 2008
Celebra por estas calendas su media centuria moliendo actualidad en los medios periodísticos el colega Rodrigo Pareja Montoya, uno de los mejores redactores que parió el diarismo antioqueño en la segunda mitad del siglo veinte.
Formado a puro pulso en la fecunda escuela hertziana del maestro Antonio Pardo García, quien nos enseñó a buscar las noticias con altas dosis de pasión, tenacidad, emoción, constancia y profesionalismo, el flaco emuló con creces a su ilustre progenitor, don Luis Pareja Ruiz, toda una leyenda de la vieja guardia del oficio en Medellín. Padre e hijo formaron aquí una dupla de respeto, cuando se batían solos, en sana competencia, desde las oficinas de El Espectador, con las redacciones enteras de El Colombiano, El Correo y El Diario y el único apoyo del reportero gráfico Lino Montaño.
Rodrigo hizo los primeros pinitos de su apostolado reporteril en Clarín, el irrepetible radioperiódico de don Miguel Zapata Restrepo, en una sección diaria sobre la hípica, una de sus pasiones. Las otras son el tango y el billar. De los caballos de carreras pasó a ser un todero de campanillas. Recaló en la redacción central de la cadena Caracol, en Bogotá, experiencia que influyó de manera notable en su formación como periodista de carrera. Regresó a su ciudad natal porque lo aburrió el frío de la sabana y extrañaba con pasión de cadete enamorado a su Tacita de Plata.
La verdad es que resulta tarea de romanos apretar en el limitado espacio de esta columna el medio siglo que cumple Pareja trajinando con las noticias y haciendo gala de su espléndida técnica de redacción. Para ayudarnos un poco le proponemos que nos suelte sus tripletas favoritas, en las que predomina, obviamente, la canción ciudadana:
En el periodismo, sus maestros: Luis Pareja, quien lo marcó para siempre; Antonio Pardo, su faro y guía, y Javier Velásquez, su llave periodística. En el tango, como cantantes: Floreal Ruiz, Carlos Dante y Rodolfo Lesica. Como directores de orquesta, Juan D’Arienzo, Osvaldo Pugliesse y Aníbal Troilo. Compositores: Enrique Santos Discépolo, Homero Manzi y Enrique Cadícamo. Sus tres tangos predilectos: Por eso te quiero, Ninguna y Garúa.
Retomamos el hilo conductor del periodismo para que Pareja, quien sabe dónde ponen las garzas, haga una selección de sus momentos especiales: 1) Aquella madrugada del 21 de junio de 1963 cuando se le adelantó a todo el mundo, por Caracol, con la elección del Papa Paulo VI, en sustitución de Juan XXIII. 2) Una edición de El Espectador con ocho noticias suyas, en primera plana, originadas en Medellín, en junio de 1975, una de las cuales reseñaba la visita de incógnito que hacía a Antioquia el presidente López, en compañía de su canciller Indalecio Liévano. 3) Haber sido el primer periodista que habló del joven Pablo Escobar, en los diarios del país, al registrar el decomiso de un cargamento de cocaína que el delincuente principiante traía de Pasto, mimetizado en un automotor. 4) Por lealtad con la fuente, haberse privado de la oportunidad de dar la primicia, con dos días de anticipación, del nombramiento de Gilberto Echeverri Mejía como Ministro de Defensa. 5) Haber trabajado en comunicaciones con siete gobernadores paisas: Alberto Vásquez, Bernardo Guerra, Antonio Yepes, Fernando Panesso, Antonio Roldán, Elena Herrán y el mencionado Gilberto Echeverri. 6) Haberle servido de Cabo Cañaveral al gramático Roberto Cadavid Misas, Argos, para su lanzamiento en el periodismo nacional.
Vive tan feliz con sus tres nietos (Paula Andrea, Santiago y Juanita) que no se cansa de repetir un par de máximas: “Los nietos son esos seres maravillosos que nos hacen vivir en el cielo, sin necesidad de morirnos”…. “Al hombre que muere sin haber sido abuelo, la vida le quedó debiendo la mitad”. También están en la primera fila de sus grandes amores su fidelísima esposa Adiela y sus hijos Madalith, nombre de un tango (¡siempre el tango!) que canta Raúl Iriarte, y René, un destacado médico con altos pergaminos en la rama oncológica.
Es robusto el catálogo de anécdotas de Rodrigo en 50 años dándole a los teclados y a los micrófonos: 1) Cuando murió trágicamente el poeta Jorge Gaitán Durán, lo confundió con el alcalde de Bogotá, Jorge Gaitán Cortés. 2) El día que Pardo lo mandó a Cali a hacer, solo, “Cinco reporteros y el personaje de la semana” con el ministro de Salud, Santiago Rengifo Salcedo, y apenas le pudo grabar veinte minutos, porque el médico respondía con monosílabos. 3) La maratónica jornada de cinco días, en Emisoras Nuevo Mundo, por el asesinato del presidente Kennedy. 4) Las siete veces que el maestro Pardo (¡siempre don Antonio!) le hizo repetir una noticia de cinco líneas, hasta cuando le quedó bien elaborada. 5) Las 2.166 emisiones realizadas durante 8 años de su programa “Buenas noches, tango”, para diferentes emisoras de Medellín, el mejor y más bien documentado en su género, en la radio colombiana, que está en receso por falta de oxígeno publicitario.
La apostilla: Con la P de Pareja se escriben periodismo, profesión, periodista, profesional, prensa, primera página, primicia, palmarés, pericia, presto, prototipo, pantalla, parábola, paráfrasis, parentela, probo, pulcro, palmario, pertinente, perspicaz, paciente, padre, pensionado, perseverante, personaje, pluma, portada, purasangre y Parihuela, el utensilio de albañilería que él convirtió en verbo para decirles, al saludar a sus colegas de oficio, que se dedica a trabajar duro. (“Parihueliar y nada más”).