Luego del rezo del Ángelus, el Papa Francisco hizo una invitación al mundo: “Os invito a que os unáis a mi oración por la liberación, sin condiciones, de todas las personas secuestradas actualmente en Colombia. Este gesto, que es un deber ante Dios, favorecerá también un clima de reconciliación y de paz en el país”.
Desde la Plaza de San Pedro en el Vaticano y ante unas mil personas que asistieron para escuchar sus palabras, transmitidas también por varios canales de televisión, decenas de estaciones radiales y miles de medios virtuales, el Pontífice hizo esta solicitud en la fiesta del Bautismo de Jesús.
El pasado 19 de diciembre, Iván Velásquez, ministro de la Defensa de Colombia, reveló que al menos unas 286 personas fueron secuestradas en 2023, incrementando en un 72% con respecto al 2022.
El titular de esa cartera dijo que se observó un notable crecimiento en los secuestros extorsivos, alcanzando la cifra de 190 casos, lo que representó un aumento del 81 por ciento en comparación con el 2022.
Se informó también que, en el contexto de esos secuestros, ocho personas resultaron muertas, 152 fueron liberadas, 17 lograron escapar y 22 permanecieron cautivas.
Los mayores secuestradores del país son la delincuencia común, seguido por el ELN y luego otros sin especificar.
El secuestro que mayor resonancia tuvo Colombia en el 2023 fue el de Luis “Mané” Díaz, padre de Lucho Díaz, futbolista que presta sus servicios como delantero al Liverpool.
El 17 de diciembre, durante el cierre del quinto ciclo de conversaciones de paz entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en México, ambas delegaciones anunciaron en un comunicado conjunto un acuerdo, en el que la guerrilla se compromete a suspender los secuestros con fines extorsivos.
Familiares de secuestrados han acudido a todas las instancias nacionales e internacionales para lograr sus liberaciones.
Colombia es uno de los países donde el flagelo del secuestro persiste a pesar de los avisos y de los convenios que han firmado.
EL MENSAJE DEL PAPA
Queridos hermanos y hermanas:
En la fiesta de hoy del Bautismo del Señor, he bautizado a algunos recién nacidos. Oremos por ellos y por sus familias. Extiendo esta oración a todos los niños que en estos días recibirán el santo bautismo.
Hoy, las comunidades eclesiales de Oriente que siguen el calendario juliano celebran la santa Navidad. Con espíritu de jubilosa fraternidad, les deseo que el nacimiento del Señor Jesús les colme de luz, de caridad y de paz.
Os invito a que os unáis a mi oración por la liberación, sin condiciones, de todas las personas secuestradas actualmente en Colombia. Este gesto, que es un deber ante Dios, favorecerá también un clima de reconciliación y de paz en el país.
Estoy muy cerca espiritualmente de las poblaciones de la República Democrática del Congo afectadas por las inundaciones de los últimos días. Y, por favor, sigamos rezando por la paz: por la paz en Ucrania, en Palestina, en Israel y en el mundo entero.
Y os saludo a todos vosotros, peregrinos procedentes de Italia y de muchos lugares del mundo, especialmente a los chicos de la parroquia del Santissimo Crocifisso de Roma, al gruppo scout “Milano 35” y a la asociación Totus tuus de Potenza.
Os deseo a todos una bella fiesta. Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y ¡hasta la vista!