
Con la misma humildad que llevó su grandeza como reportero, investigador y director de medios de comunicación, abandonó su vida uno de los más grandes periodistas colombianos de las últimas décadas.
Alvaro Gómez Hurtado, dirigente conservador y también periodista, fue el padre y guía en la formación de los valores morales, éticos y profesionales de Mauricio Gómez Escobar desde cuando lo impulsó a estudiar la carrera de Derecho y el apoyo orientador para el desempeño del cargo de director del diario El Siglo, primero, y del Noticiero 24 Horas en la televisión colombiana, pocos años después.

Más amigo que jefe de sus subalternos cuando desempeñó cargos de dirección, se caracterizó por el rigor de la veracidad de las informaciones que elaboraban sus periodistas a quienes orientaba y aconsejaba para obtener los mejores resultados.

William Giraldo, entonces presidente del CPB, Mauricio Gómez, el galardonado con el Premio del Círculo de Periodistas de Bogotá y Ana María Busquets de Cano. Foto Jorge Ernesto Bautista-CPB

Después de sus experiencias como reportero en canales de televisión de los Estados Unidos a donde tuvo que viajar por razones de seguridad y su escala formativa cultural en pintura y escultura en Francia, regresó a Colombia y como periodista investigador en televisión, mantuvo el trato amable y respetuoso con los colegas de los demás medios.
Sus trabajos periodísticos impactaron siempre a la opinión pública colombiana y merecieron el repetido reconocimiento de sus colegas representados en los jurados calificadores de los premios nacionales de periodismo del Círculo de Periodistas de Bogotá, CPB y del Premio Simón Bolívar en diversas categorías, incluida la del Mérito Periodístico «Guillermo Cano» con la cual el CPB exalta la vida y la carrera profesional de los periodistas.


«Yo tampoco supe para qué estudié derecho cuando hay que esperar tanto tiempo para que se cumplan los términos en cada etapa de un proceso» le comentó al doble colega William Giraldo cuando compartían afanes periodísticos en el Noticiero CM& cuyo director, Yamid Amat, le abrió sus puertas al regresar después de 17 años de ausencia del país.
«Pocos hombres he conocido con tanta sensibilidad. Su periodismo, su pintura, su escultura, su fotografía, su arte y su palabra fueron su gran homenaje a la vida» le dijo Amat al Diario El Tiempo que consultó su opinión sobre Gómez Escobar.
«Su vocación fue el respeto. Su humanidad fue el amor, su cotidianidad fue la amistad . Su legado fue su existencia», agregó Amat en la descripción de la personalidad del periodista fallecido a sus 73 años.
Sin excepción, los periodistas que de una u otra manera se relacionaron con él lo recuerdan hoy como el amigo y el más riguroso en el ejercicio periodístico.
Paz en su tumba
Por Álvaro Ayala
Más serio que una notificación de Sayco y Acinpro, a la hora de reclamar los derechos de una canción. Para sacarle una sonrisa había que poner en escena a todo el elenco de Sábados Felices. Lo que pasaba con él, es que era un hombre demasiado tímido.

Su educación no le dejaba alzar la voz, ni reír a carcajadas. Pero sabía que el humor es el secreto para entrar y salir en todas las actividades humanas.
Mauricio Gómez era ejemplo de periodista porque escuchaba todo y siempre apuntaba, a pesar de tener una memoria fantástica. Perteneció al grupo de reporteros que entendía que quien tiene memoria, apunta.
Nunca confió en una sola fuente. Terminaba de hablar con un entrevistado y salia para donde otro a confrontar. Le daba temor y pena quedar mal o crear dudas con sus crónicas o notas, como decimos los que trabajamos como reporteros de los noticieros en TV.
Fuimos integrantes de la familia 24 HORAS. El Noticiero fundado por el inmolado doctor Álvaro Gómez Hurtado. Allá a nadie echaban porque éramos una familia y todos los hijos son iguales de queridos. El que se iba, era porque quería o tenía una mejor oferta laboral. Aunque era muy difícil porque nos pagaban bien, y de ñapa nos hacían una fiesta todos los diciembres para celebrar con esposas e hijas el año que se iba y el siguiente que llegaba. Parte de las ganancias del noticiero las repartía la familia Gómez, Hurtado, Escobar con todos los que allí trabajamos.
Con uno de esos bonos completé para pagar la cuota inicial del apartamento. El resto del dinero también me lo prestó el Noticiero. Cuando estaba negociando los intereses con el gerente, Jorge Enrique Garavito, soy tan afortunado que llega el doctor Gómez Hurtado y le dice: no le cobre intereses a nadie que trabaje con usted, por el contrario, hágale una donación en nombre de la empresa. ¡Qué belleza de jefes!
Qué Dios tenga en buen lugar al doctor Álvaro, a su esposa Margarita y a sus hijos Álvaro José y ahora Mauricio. La importante sección de los noticieros dedicada a la farándula, artistas, educación, cultura y entretenimiento, fue creación de Mauricio.
Esa es la herencia y aporte que nos deja. Siempre lo atormentó el asesinato de su papá. Es natural desquiciarse por la muerte del padre, pero a Mauricio lo afectó de una manera muy particular. Yo cubría judiciales y orden público en 24 HORAS, cuando en aquella triste mañana se produjo el crimen.
Luego, en varias charlas que tuve con Mauricio, me advertía, cuídese, no olvide que a los autores intelectuales usted los ha entrevistado muchas veces y los seguirá entrevistando en su vida de reportero. Después del asesinato que nos arrebató al doctor Álvaro Gómez Hurtado, también nos quitaron el Noticiero. (GRS-Prensa).
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