Disparates sobre Gardel

Por Óscar Domínguez Giraldo

Como lo saben desde el papa Francisco hasta el policía de la esquina, en junio, en Medellín, se oye un rumor cercano de tangos. Conviene separar algunos minutos de vida para darse un vuelto por el aeropuerto Olaya Herrera a depositar un suspiro ante el monumento-estatua de Gardel. No importa si “se nos pianta un lagrimón”.

El monumento a Carlos Gardel en Medellín, precavido en la pandemia. Foto ODG

En honor de Carlitos, como le decimos los igualados,  algunos agradecidos notálgicos hemos ido hasta el cementerio de la Chacharita, en Buenos Aires, a dejarle dos cigarrillos: uno para él y uno más para la oreja.

Otro camino conduce al vaticano del tango, la calle 45 de Manrique, donde todos los días es 11 de diciembre y 24 de junio, días del nacimiento y muerte del Zorzal. Lo lleva y lo trae el Metroplús.

Después de visitar la Casa Gardeliana hay que ir a dar el pésame por su muerte al viejo café Alaska.

Cuando llegué,  Gustavo Rojas, administrador hacía sonar “Malena”. Hace el mejor tinto de Medellín, lo sirve, trapea, barre, “alcapone” los discos,  limpia mesas, cobra,  pone las bolas de billar, paga servicios, contesta al teléfono, hace llamadas, surte el bar, mima pensionados, soporta a los vagos, pide taxis, es coach de borrachitos mal correspondidos, siquiatra de entusados, consiente malevos. Sonríe y se le oye algún tango.

Al fondo se oía la banda musical del tas tas de las bolas de billar. Que no falten los patos. Billar  sin patos es tan insólito como un tango sin su sollozante bandoneón.

Si “todo el río está en palabra Nilo”, Alaska soy yo, podría decir.  Se lo impide su sencillez. Pertenece a la socialbacanaría. Todos los que lo visitamos lagarteamos una selfi con el hombre (foto).

A pesar de los tropezones que “cualquiera da en la vida” Gustavo, no rebaja pinta. “Sin achicar la parada” ni perder la sonrisa, en plena pandemia, volvió virtual el café Alaska que ahora transmite por Youtube. Búsquenlo también en Facebook. Si Dios está en todas partes, Gustavo está en casi todas.

Con artistas de carne y hueso que respetan los protocolos, en la nueva  sede programa tocatas y bailes para disfrute de las leyendas del tango cuyos retratos cuelgan de las paredes, y de sus fans en la red.

Para preservar del coronavirus al Zorzal, Gustavo le puso tapabocas a la estatua que está cerca del café, al lado del hígado de la Casa Gardeliana (foto)

El pato bacano del Alaska, como me bautizó, espera volver pronto a tomar el mejor tinto y a pedir Nada y Malena como cualquier borrachito entusado. 

LA ENTREVISTA

            A continuación la entrevista completa que le hice a Gustavo antes del tsunami llamado coronavirus:

–  ¿Cómo se obró el milagro de mantener Alaska cuando muchos le habían rezado el réquiem?

A pesar de que el Café Alaska estaba perdido y muerto, a partir de buscar ayuda en todos los estamentos gubernamentales, se logra el reconocimiento de la comunidad y de la ciudad de la importancia histórica y cultura del espacio. Gracias a una investigación inédita del Archivo Histórico de Medellín y la Orden al Mérito grado de Oro por parte del Concejo de Medellín consigue sobrevivir los combates a estas luchas que le tocó sortear. 

  • ¿Cuánto tiempo estuvo cerrado por obras en esa esquina de Manrique?
  • Nueve meses, algo así como un embarazo. 
  • ¿Qué hizo durante ese embarazo?  
  • Vendí al por mayor la cerveza, porque no tomo, y beberme el stock que en el momento de cerrar tenía. 
  • ¿Cómo llega al tango?
  • Uno nace con el tango y para acabar de ajustar, el recorrido para la escuela por la 45 con los negocios sonando; en la casa mi mamá cantando tangos y mi papá poniéndolos en el tornamesa. Inicialmente renegaba y después me hacía falta oírlos. Además, he vivido toda mi vida al frente del café, llegándome de carambola los sonidos porteños nacidos en el Café Alaska. 
  • ¿Cómo llegas al Alaska? 
  •  Los dueños del Café, confiaron en mí por la amistad y mi conocimiento del tango. Saber sobre ésta música me permitió hacer turnos y posteriormente estar encargado por completo del Café. 
  • ¿Qué hay detrás del nombre del Alaska?
  • El nombre del Café Alaska aún es una incógnita, nunca se supo. Fundado en 1937 como una pequeña fonda donde los obreros de las empresas textileras eran recogidos y dejados por el bus. El sitio se prestaba para la orinadita y la conversación de turno sobre tango y política; tiempo después, sobre fútbol, para jugar un chico de billar, también para chicanear con un tema que sólo uno de ellos tenía. Su consolidación parte de la comunidad, y aún sigue siendo un espacio para el compartir los habitantes del barrio. Según palabras de Leonardo Nieto, en el Café Alaska escuchó el primer tango al venir de Buenos Aires la primera vez. Para él, el Café Alaska es una institución en la cultura tanguera. Entre otras… no había más adónde ir, porque el barrio para la época de su fundación y mucho tiempo después, en gran medida era una finca donde el local era como una isla con pocos vecinos.
  • ¿Ha funcionado en el mismo lugar los ochenta y picos de años?
  • Funcionó durante 82 años en el mismo lugar; por la resistencia, estamos en el segundo piso de dicha propiedad.
  • ¿El tango para qué?
  • El tango es toda una vida, es una burbuja envolvente que toca todas las aristas en la vida de un hombre. Pues ¡es la vida misma! 
  • ¿Los tres tangos que más le gustan?
  • Hay mil tangos que me gustan. Decir tres sería una injusticia que no me perdonarían la vida, ni el tango, ni los tangueros, ni yo. 
  • ¿Hay dos frases en Alaska relacionadas con el Poderoso Independiente Medellín. ¿Por qué?
  • “Si vino a hablar mal del Medellín, por favor que su visita sea breve” la que se cambió por: “Si viene a hablar pestes del Medellín, por favor: ¡aquí no es!, de inmediato coja la curva”. La razón de esta frase es mi gusto por el Medellín y la tradición del Café que ha sido del rojo toda su vida. – Esta frase es categórica, fomenta el perdón y produce paz espiritual, por eso está en el muro del Café. “No quiero delatar la villanía /de la autora moral de mi abandono. /A pesar de su mal yo la perdono, / pero nunca jamás la quiero ver.” (Frase extractada del tango: EBRIO).
  • – ¿Cómo ha funcionado el matrimonio billar-tango?
  • Funciona como si fueran dos hermanitos que andan de la mano; en la mayoría de las cantinas funciona un billar o boliche, por lo menos algo que se liga con el azar, por ejemplo, las cartas. Hay un tango que dice “Y siempre igual; con sus luces montesinas. / Un cigarrillo y café para esperar. / Ruido de dados, palabras con sordina. / Y una esperanza rodando en el billar” (Compuesto por Luis Caruso y cantado por Enrique Campos o Raúl Berón). Existe en la Avenida de Mayo, en Buenos Aires, un café que se llama los 36 Billares, es de los más famosos de Argentina. Oscar La Roca lo menciona en uno de sus tangos. 
  • ¿Temas que más le piden?
  • El tema que más piden según mi concepto es Lejos de ti, compuesto por Julio Erazo, barranquillero por cierto y exintegrante de los Corraleros del Majagual y Sangre Maleva que identifica el malevaje del barrio. Fuera de éste, la Orquesta de Alfredo d’Angelis, Ricardo Tanturi, Pepe Aguirre. 
  •  ¿Cuáles son los clientes habituales?
  • Los pensionados vagos y los vagos-vagos. Ocasionalmente se presentan personas de distintos barrios de la ciudad, del país y extranjeros. Una clientela agradable son los conocedores del tango (coleccionistas del medio) y estudiantes universitarios, que vienen a indagar para sus trabajos de grado y terminan habituándose a este lugar. 
  • ¿Qué les interesa a los extraños del café en especial?
  • A los extranjeros, les interesa la historia del barrio que guardó el tango y la cual inevitablemente está ligada al Café, por sus más de 80 años. Además, el voz a voz y las redes sociales son medios de visibilizar el Café Alaska para personas de distintos países. El Café, ha constituido el fortín tanguero de la comuna nororiental y eso lo hace interesante para los visitantes de la ciudad.
  • ¿Hay coqueteos con su vecina La casa gardeliana?
  • Todos los que puedan existir. Se ha establecido una relación entre la Casa Gardeliana y el Café Alaska que funciona de maravilla. Los extranjeros llegan con el afán de conocer la Casa fundada por Leonardo Nieto, y de ella los remiten al espacio, como lugar que conserva la tradición de los cafés de tango en el barrio. 
  • ¿ Que otros cafés de tangos funcionaron en Manrique?
  • En Manrique tenemos una larga historia ligada a los cafés. Puedo mencionar, El D’Arienzo, La Esquina del Tango, Cien Guitarras, El Social, El Central, Los Cuyos, El Niágara, La Sorrento, El Perlita, Rio de Oro, Puerto Nuevo, Casa Gardeliana, La Paz, el Califa, El 33, El Templo del Tango, El Remolino, La Cita, El Victoria, Bajo Belgrano, El Caló, Café Los Espejos, El Orpheón, entre otros. Y para rematar, El Café Alaska. 
  • – ¿ Y del descanso qué?
  • Dado que en el momento no tengo trabajador, descanso cuando cierro temprano. Éste Café trabaja todos los días. 
  • ¿Hasta cuando hubo traganíquel o piano?
  • Hasta finales de la década de los 70, del siglo pasado. 
  • ¿Cuántos temas tiene en su archivo?
  • Unos 70.000, fuera de los contactos con los coleccionistas que permiten tener distintos temas en poco tiempo. 
  • ¿Qué sistemas utiliza para poner música, además de youtube.
  • Lo menos que se utiliza es Youtube. El mayor porcentaje se liga a la colección propia, la cual se encuentra digitalizada. 

“Todavía soñamos”, me dijo hace poco en plena pandemia…

(Columna Desvertebrada, El Colombiano, junio 25/ 2020, con los ajustes del caso).

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