Por James Fuentes
En realidad, lo llaman como “míster Colombia”. Es un personaje en Boston, pero también lo han visto en Miami, Nueva York, Los Ángeles, Chicago…
Le encanta vestir de amarillo, azul y rojo. En sus camisas lleva un letrero que es su eslogan: “Te quiero Colombia”. Participa en cuanto encuentro de connacionales haya en Estados Unidos. En los desfiles, los curiosos le preguntan por su vestimenta, pero él, muy orondo, les dice que se la confeccionan en Medellín. En los partidos de fútbol se destaca por sus vivos colores. En las sedes diplomáticas ya se acostumbraron a verlo saludando a embajadores, ministros y delegados de su país.
Habla maravillas de su tierra natal, Llanos de Cuivá, en Antioquia. Halaga las regiones de Colombia. Se desvive por su música y aunque come de todo, “la bandeja paisa es el mejor invento”, pero engulle patacones, mazamorra chiquita, aborrajados, bocadillos, arequipe, el Chocoramo o un buen tinto.
Mister Colombia, porque ya casi nadie lo llama por su nombre de pila Rubiel –solo su esposa cuando está de mal genio, que es casi nunca—es un hombre dicharachero, contador de cuentos e historias, hombre de mil y una anécdota, sonriente, presto a dar una mano, ayuda a pasar una calle a una anciana, enseñar a preparar un buen café y hasta baila bambucos y pasillos, si se lo piden.
En la década de los ochenta, migró a los Estados Unidos en búsqueda de mejores oportunidades. Se dedicó a trabajar, capitalizar y formar empresa. Con el paso del tiempo se involucró con los diferentes grupos de colombianos que viven en ese país.
Patiño dice que cada vez que escucha el himno nacional se le ‘eriza la piel’. Su patriotismo lo ha llevado a transformarse en bandera cada vez que llega una fiesta patria colombiana en los Estados Unidos; el 7 de agosto, el 12 de octubre, el día de la independencia, el Día del Amor y la Amistad, el flower festival o novenas navideñas.
Sale a caminar y participa en cada desfile vestido de pantalones, camiseta, sombrero, zapatos y gafas con distintivos nacionales. Una bandera cubre todo su cuerpo. Está presente en las llegadas del buque Gloria, reuniones de la Cancillería y encuentros culturales.
UNA CHARLA CON MISTER COLOMBIA
El traje lo diseña en Medellín y cada año lo renueva.
–¿Cuánto lleva en los Estados Unidos?
–Poquitos: 34 años
–¿De dónde nació la idea de crear un personaje como Mr Colombia?
–Desde cuando llegué a este país siempre he llevado puesto algo que me identifica de qué soy colombiano.
–¿A cuántos desfiles colombianos asiste anualmente?
–Siempre hago lo posible por asistir a los que más pueda, entre cuatro y cinco.
–¿Sólo participa en desfiles colombianos, o de otros países?
–También me gusta asistir a otros desfiles de diferentes países, pero siempre vestido de amarillo, azul y rojo, los colores de mi bella Colombia.
–¿Le dan propinas cuando desfila?
–Yo hago esto de corazón, me subsidio yo mismo. En New York sí me dan propinas, pero yo se las regalo a los silleteros, quienes desfilan a mi lado.
–¿Quién le confeccionó el traje?
–Lo mando hacer en Medellín. Tengo unas amistades maravillosas que son mis compadres John e Isabel, y mi ahijado Lucas. Ellos siempre me diseñan el traje.
–¿Cuál es la ciudad de los Estados Unidos donde mejor le ha ido desfilando?
–Donde voy me va muy bien, la gente me recibe con cariño. Muchos se toman fotos conmigo. Me piden un chiste, me preguntan por Shakira, El Pibe, Maturana, Maluma, Sofía Vergara, Iván Duque, Nairo Quintana…
–¿Dónde queda Llanos de Cuivá?
–Hombre, eso es una región muy hermosa de Colombia. Es uno de los siete corregimientos de Yarumal –de donde es el padre Marianito–, al norte de Medellín, en Antioquia. Está a unos 23 kilómetros del casco urbano, cerca de Angostura y Santa Rosa de Osos. Allá donde el café, el plátano, mil frutas se producen en su tierra, donde decenas de aves recorren sus espacios aéreos y donde están las mujeres más lindas y trabajadoras de nuestro país. ¿Cuándo vamos?
–¿Cuál es su comida favorita?
–Oiga, qué pregunta más difícil, ¿cuál es mi comida favorita? Para eso si no tengo problema, yo como de todo. Pero lo mejor para mi es la bandeja paisa, por supuesto.
–¿Es cierto que le gusta ir a reuniones dónde va estar el presidente de Colombia o sus ministros en estados unidos cuando ellos están de visita?
–Claro. Me gusta mucho estar en eventos en los cuales esté un personaje sobresaliente de mi Colombia, sea político, artista o comediante y, partidos de fútbol de nuestra Selección. Busco que no se sientan solos y sepan que en Estados Unidos hay colombianos trabajadores y que amamos a nuestro país, por encima de todas las circunstancias.
–¿Le gusta ver la llegada del Buque Gloria?
–Sí, he estado en el recibimiento las cuatro veces que ha estado aquí en Boston el Buque Gloria. Siempre ha sido una experiencia muy grande y halagadora, no sobra decirlo que me da mucha alegría y al mismo tiempo nostalgia cuando zarpa del puerto. Es muy bueno estrechar la mano de esos marineros que representan a nuestro país en los mares del mundo.
–¿Cómo le va con la gente del Consulado colombiano?
–Yo pienso qué es lo mejor qué me ha pasado, tuve la dicha de conocer a cada uno de los nuevos cónsules y nuevos integrantes del Consulado de Colombia aquí en Boston.
–¿Le hace falta Colombia?
–Por supuesto que extraño mucho mi país, pero hago lo posible por ir de visita cada vez que pueda.
–¿Dónde venden la mejor comida colombiana en los Estados Unidos?
–En un restaurante que se llama El Peñol aquí en Boston, claro que en New York hay restaurantes muy buenos también.
–¿En qué ciudad de los Estados Unidos se hace la mejor celebración del 20 de julio?
–Aquí en Boston, y el responsable es Alejandro Magnum, un colombiano que no le queda grande nada, lo mejor de todo es que es buena gente, gran amigo, digno representante nuestro país. También vale la pena hablar del Flower Festival en New York. Allí el responsable es el buen Luis Eduardo Acosta, otro colombiano que nos representa y nos llena de orgullo aquí en los EE.UU.
–¿Quién le puso el mote de Míster Colombia?
–Fue una hermosa dama que la quiero mucho y es la mejor líder qué podemos tener los Hispanos y más la ciudadanía colombiana aquí en Boston, ella es doña Gladis Oliveros.
–¿Su casa en Estados Unidos ha ganado el premio a la mejor casa iluminada en diciembre?
–Es algo que lo venimos haciendo por 20 o 21 años consecutivos, nos han dado varios reconocimientos, nos han sacado varias veces en el periódico y la comunidad nos regalado varías cosas. Con mi familia lo hacemos con el corazón, porque nos gusta y es otra forma de dar a conocer a nuestra Colombia del alma.
–¿Cuál será el desfile al que asistirá cuando termine la pandemia?
–Cuando pase esta pandemia, asistiré a todos los eventos colombianos que haya, espero que sea pronto. Oiga, ¿le gusta mi nueva pinta?