Por: Diego Calle Pérez (1*)
“Quien imita lo bueno lo trata de igualar, quién imita lo malo es para empeorarlo” Benjamín Prado.
Unos sufren, otros felices, la vida es así, hay pobres, hay ricos, hay quienes ejercen el derecho a votar, otros no votan, critican y no pagan predial. El mundo gira en frecuencia modulada y ahora en internet se encuentra la emisora, en facebook se presentan conciertos, conferencias y hasta se ven las sesiones de la asamblea departamental.
Nadie heredó la colección musical de Hernán Restrepo Duque, son pocos los que dedican un trabajo de investigación, a seguir las pistas musicales de las grabaciones de Lucho Bermúdez y Matilde Díaz, en Sonolux. Nadie heredó la voz sonora de Juan Harvey Caicedo, ya no importa el tono, el estilo y la forma para presentar la noticia. Nadie heredó la pasión por presentar la música colombiana en el Festival Hatoviejo Cootrafa como lo hacía MiltonErre.
Los programas de humor no heredaron de Guillermo Zuluaga alias Montecristo. Los presentadores de humor, poco conocen de hacer un libreto, de los diferentes participantes del elenco de cada noche. Jaime Garzón se convirtió en el objeto de rencor y la antipatía por sus burlas y terminó pagando con su vida su atrevimiento. (Guillermo Pérez, La Opinión, marzo 14 de 2018)
La columna que escribió Iván Duque Márquez, para el semanario Tolima 7 días, en julio de 1998, le dio, 21 años después, la posibilidad de recibir una herencia envenenada. Todos somos consientes de la responsabilidad, que tiene en asumir para las próximas generaciones, mejorar el sistema de salud, de infraestructura física a nivel nacional y de educación superior.
Hoy, la pandemia mundial cambia los paradigmas sociales y hace que las herencias envenenadas empeoren países o mejoren sus condiciones sociales. Trump le entrega a Biden un país tan fragmentado, como siempre, entre federalistas y sus tradicionales partidos políticos de siempre, no vimos otra opción en las encuesta del país del norte americano. Evo, le entrega la herencia envenenada a su antiguo ministro de economía. Alberto Carrasquilla, está buscando que le entreguen el Banco de la Republica, para convertirlo en una herencia envenenada.